lunes, abril 29, 2013

Colombia con AIESEC

Como ya les había contado, gracias a AIESEC pude conocer el departamento de Antioquia, Colombia. Les comparto algunas imágenes. 

1. Mi bienvenida en el lugar donde trabajé: Centro de Formación Los Pomos. 


2. Un plato típico llamado "Bandeja paisa" que en esta foto contiene: chicharrón, chorizo, morcilla, ensalada, arroz, huevo y frijoles (o fríjoles, como le llaman allá); manjar que degusté en Santa Fe de Antioquia.


 2. En el Parque Arví (Medellín, Colombia) hay una especie de "tianguis" donde venden comida muy rica; aquí podemos ver empanadas y café. 


3. Les presento un intento de panorámica de la ciudad de Medellín, viendo desde el Pueblito Paisa.


4. Ahora, este amanecer lo tomé desde la primera casa donde me quedé (de otro miembro de AIESEC) en Medellín.


 5. En el Parque Arví hay recorridos muy interesantes donde se puede conocer la flora del lugar. 



6. Con ustedes el Peñol de Guatapé con más de 700 escaleras; todo un reto para los que no hacemos ejercicio regularmente.


7. Caminando sobre el Puente de Occidente, que es una obra monumental que une Olaya con Santa Fe de Antioquia.


8. Con ustedes el Pueblito Paisa, un lugar muy interesante y que no puede faltar de visitar. 


9. El famoso Metrocable, importante medio de transporte en Medellín. 


10. Para finalizar, el Puente de Occidente desde otra perspectiva, un tanto más ilustrativa.


Próxima visita, un tanto más nacional, algunas partes de Jalisco y Colima. 

Mi evolución

Considero que los cambios son necesarios para sobrevivir y, me parece, muchas personas están conscientes de ello. Es por esto que quise echarle una manita de gato a mi blog, buscando reflejar qué pasa en mi mente al día de hoy. 

Queriendo, o no, desde hace tres años he tenido que ser parte de una evolución forzada y otra adecuada a mis necesidades. En cuanto a cuestiones incontrolables se encuentra el divorcio de mis papás, el nacimiento de mi media hermana y la muerte de dos de mis perritas; por la otra parte, está mi dizque "independencia", mi beca de la uni, cuatro experiencias laborales y uno que otro ex novio. 

Al poner las cartas sobre la mesa, me doy cuenta que todas estas situaciones fueron esenciales para formar a la persona que justo ahora escribe estas líneas y que continúa en un proceso de transformación; algo así como lo que sucede en las fábricas, pero en este caso parece no tener fin, lo cual me reconforta. 

El saber que voy a continuar enfrentándome a nuevos retos o inconvenientes, de acuerdo al cristal con que se mire, me hace sentir tranquila. Esto querrá decir que la vida no será aburrida y no estaré estancada hasta parecer un pantano. 

Finalmente, y sin buscar hacer un comercial, AIESEC ha venido a ser una segunda familia, en la cual he conocido personas y lugares extraordinarios. Una de las experiencias más bellas de mi vida fue el verano pasado en Medellín, Colombia, donde hice un voluntariado junto con otros jóvenes en el Centro de Formación Los Pomos.