viernes, julio 04, 2014

El tiempo vuela y se detiene

Es increíble para mí pensar cómo ayer hace una semana estábamos paseando por las calles de Buenos Aires como si nada, como si yo no fuera a volar al día siguiente... Disfrutamos de una caminata bastante larga donde hablamos de la vida, del futuro, del pasado y disfrutamos el presente. Como siempre, nos pasaron cosas geniales y algo diferentes [como el señor poeta que jalaba su ojo y el mesero que era malo contigo]. Ese día aprendí una palabra nueva [panceta] mientras bebíamos cerveza y hablábamos de un reencuentro. 

Hace justo una semana, para esta hora, yo estaba camino al aeropuerto pensando por qué demonios vivo a tantos kilómetros de distancia de un país tan genial como es Argentina y, por supuesto, tan lejos de ti. Estaba a unas cuantas horas de dejarlo todo atrás: la aventura había terminado y era hora de regresar a México, a mi realidad, a mi día a día. Claro, no tenía en cuenta que este proceso sería más largo de lo esperado, pero en mi mente sólo estaba la idea de querer volver a estar en mi tierra y, al mismo tiempo, desear que vinieras conmigo. 

Las fotos que nos hicimos están marcadas en mi celular como "semana pasada". ¿Qué sucede? ¿Cómo puede ser que hace una semana nos moríamos de risa juntos? Y al mismo tiempo pienso cómo es que el tiempo no vuela mucho más rápido como para verte de nuevo y abrazarte, mirarte y decirte "¡Eh, boludo!" con una pésima imitación del acento argentino, la cual espero mejore al paso del tiempo. Miro las largas conversaciones que hemos tenido y me doy cuenta que la distancia no es un impedimento con las "nuevas tecnologías" para comunicarnos y saber, por lo menos, qué es de nuestras vidas. 

Este tiempo en el que prácticamente estoy sola [considerando que la mayoría de mis amigos están de viaje, refundidos en la escuela o perdidos en un abismo; que mi madre trabaja la mayor parte de la mañana; y que mi padre está también muy "en su pedo"] y que sólo tengo contacto contigo y con personas por Whats, Tublr, FB y Twitter, he comenzado a "crear" de nuevo. Estoy dibujando, escribiendo y pensando. Estoy muy feliz con este proceso porque hace mucho tiempo que la escuela y otras responsabilidades me habían absorbido de tal forma que me había olvidado de mí. 

No hace falta que diga cuán especial eres para mí, ya lo sabes, pero igual sería bueno que supieras que estoy muy feliz de escucharte contento a diario. Siempre con esas ganas de seguir y salir adelante; eres un luchón y simplemente me encanta cómo hemos llevado este proceso de crecimiento uno al lado del otro. Me gusta que estés encontrando tu camino y yo el mío; pero también que estamos encontrando un camino juntos. Si me lo permites, yo quiero amarte toda la vida y hacernos pasitas juntos, mientras nos reímos de las super abuelas y lo difícil que es encontrar un kiosko donde carguen la SUBE en Capital.