miércoles, noviembre 19, 2014

En blanco

He desaparecido por completo y no sé si he hecho bien.

Ya no me buscaste más... Ni siquiera un correo tuyo he recibido.

Creo que lo más difícil es no haber podido decir "lo siento" y escuchar tu voz una última vez.

Vi una cosa de "viber out" en mi celu y en el de mamá. No supe si querías contactarme. No he sabido más nada de ti.

Me dolió lo que me dijiste y cómo hicimos todo.

Dice Sabina que:

"Lo peor del amor cuando termina, son las habitaciones ventiladas. El puré de reproches con sardinas, las golondrinas muertas en la almohada. Lo malo del después son los despojos que embalsaman el humo de los sueños. Los teléfonos que hablan con los ojos. El sístole sin diástole ni dueño. Lo más ingrato es encarar la casa. Condenar a la hoguera los archivos. Lo peor de la pasión es cuando pasa. Cuando al punto final no le siguen dos puntos suspensivos".

No quería un punto final... Si yo te amo y te extraño. Esta es la primera noche que no nos deseamos dulces sueños en cuatro meses, te percatas?

Igual, no me buscaste, no quisiste hablar más nada. Reconozco que me equivoqué... Es sólo que no tenías por qué tratarme mal.

Dijimos muchas cosas... Y entre ellas no estuvo un "te amo" ni un "te extraño". Todo pasó tan de pronto, como cuando comenzamos.

No me haré la fuerte: te amo y te extraño. Es sólo que sigo creyendo que no estuvo bien lo que pasó, lo que me dijiste me hirió en lo más profundo.

... Intentaré dormir, si es que puedo...

Extraño tu voz, tu risa, tus detalles... Hasta tus celos...

Por qué no luchaste? Por qué no me abrazaste en lugar de decirme eas cosas feas? Por qué así?

martes, noviembre 18, 2014

Tu despedida.

Todo terminó como inició: con un mensaje.

Te fuiste sin más, sin importarte las promesas y lo que juramos.

No sabes si valió la pena, eso dices. Al menos para mí fue muy distinto.

Fue tu decisión y ya no hay marcha atrás.

Desaparecí de tu vida para ya no detenerte más. Borré todo lo que algún día construimos... ya no tiene caso, dijiste.

Te amo, pero si libertad es lo que quieres, libertad es lo que tendrás.

Hasta luego.

Hasta pronto.

Hasta nunca, según me dijiste.

Después de despedirme de tu familia, no me queda más que el vacío en el corazón.

Ese curará con el tiempo... o al menos eso dice Estopa: "dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos".

No me pediste hablar, ni quedarme, ni arreglar las cosas. Ya está.

Buena suerte amor, te deseo lo mejor. Siempre te amaré y nunca olvidaré la promesa que hiciste. Tu recuerdo ha quedado tatuado en mi piel.

Buena suerte.