Justo el viernes pasado (12 feb) fue mi cumpleaños y, por fortuna, lo pasé junto a mis amigos y mi familia. Me divertí mucho y me dí cuenta de quién en verdad está a mi lado por muchas circunstancias.
Al princio, mis papás me levantaron con un pastel GIGANTE de chocolate con chocolate y más chocolate, las mañanitas y un pequeño presente. Ese día, por ser especial, decidí darme un baño en la mañana (que requiere que me levante de 15 a 30 minutos antes de lo cotidiano).
Cuando llegué a la escuela, me recibieron con abrazos, un gansito y un kinder delice. Conforme pasaban las horas, más gente me felicitaba y me dieron una carta muy bonita (de parte de una compañera de la clase), la cual me echaba porras y me deseaba un bonito cumple.
Como había quedado con mis amigos de otras escuelas, los vi afuera de la mía, los abracé y armamos un alboroto tremendo. Decidimos quedarnos ahí a esperar a mi mamá un buen rato (para que nos diera un aventón y poder ahorrar para en la noche) y comimos en mi casa, que es suya también.
Comimos cochinita, pescuezos doraditos y quezadillas de queso con su respectivo refresco de cola. Al llegar la hora de las mañanitas (de nuevo), mis amigos me celebraron de una manera... especial y hundieron mi cara en el pastel. Como la venganza es dulce, de mi cara tomaba pedazos de pastel y, a ciegas, los embarraba (no sé cómo lo logré). Eso sí, la cocina quedó hecha un batidillo.
Estaba muy cansada por todo lo que había pasado en el día, así que les dejé en total libertad en mi casa y mi cuarto, mientras yo estaba en los brazos de Morfeo. Cuando me desperté, era hora de arreglarse para salir de bar y... ¡divertirse!
Ya en el bar, dijeron que tardaríamos 40 min para poder pasar, pero al preguntarle al cadenero, éste nos dijo que pasáramos a una sala mientras nos conseguían una mesa. A los 5 min llegó un mesero para indicarnos dónde nos podríamos sentar, para comenzar la fiesta en grande. Me sorprendió cómo a nosotros nos pasaron mucho más rápido que a toda la gente que estaba esperando afuera y, he de aclarar un punto: NO soy una persona influyente, pero sí íbamos muy arreglados (curioso no?).
Cantamos, bebimos, bailamos, bebimos, gritamos, bebimos, tomamos fotos, bebimos, comimos, bebimos y... bebimos. En resumen: lo pasamos EN GRANDE.
Ya de regreso a mi casa, porque se quedarían a dormir conmigo, el cansancio me hizo desmaquillarme rápido y tirarme a la cama lo más pronto que pude (10 min). Ni siquiera probé los tacos que compramos. E... irremediablemente me tuve que levantar al día siguiente a las 8:00 am porque tenía clases (en las cuales estuve como vil zombie!!!!).
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