Forever love

A friend of mine has recently updated his Facebook status thanking a lot of people who helped him through his career. This friend's name is Alex.

I once wrote about him in this blog. And as far as I can remember, I would write about how much I missed and loved him.

As I was reading his post, I remembered all of the conversations we had and how, as we both made mistakes, our relationship changed. This reminds me how people can be so close and so far at the same time.

Something I have never shared before is that he encouraged me to move forward in every aspect of my life. I actually started this blog after him; here I could share all of what I was not brave enough to tell others.

Through the years I discovered that I really loved him, and even if we were apart, I was able to understand him as I have never done before with any other person. He was my first and, certainly, the last person I have loved with all my body, soul and mind.

I also understood that relationships can become as difficult as we let them. I must admit I felt miserable after we were not together and he started dating other girls. Then I got that love is not about being with that person for the rest of your life; but about let them grow and go away for their best if that is what they wish.

I hope that he will be happy today and every single day of his life. I also hope that the girl that he chooses will only make him happy. I hope I can find love as I first felt for him and I keep feeling.

Only hope is what I have now. In the end, do we really know what love is? Perhaps I have found an answer.

My current dating status: single & happy.

Respuesta al discurso de Natalia

Resulta que una vez más Facebook me llevó a encontrar un sorprendente video de Natalia, una niña indígena que decidió dar un discurso hace ya algunos meses. Dado que ésta es la publicación número 100 que realizo, me gustaría hacer una respuesta de calidad a las propuestas de esta pequeña; si no lo han visto, se los dejo a continuación:

Con el paso del tiempo, cada vez escucho de manera más frecuente un reclamo que amenaza los pensamientos de grandes y chicos: los valores se están perdiendo. Si bien yo pensaba que era la evolución normal de cualquier sociedad, al escuchar a Natalia, me percaté de que quizá las personas que me lo han repetido hasta el cansancio no están tan erradas. ¿Será que en verdad nos estamos perdiendo en un camino donde no reparamos qué es lo que pasa con los demás y sólo nos quedamos con lo que nos impacta a nosotros mismos?

Mientras ella daba el discurso, reparé en que alguna vez Benito Juárez dijo "El respeto al derecho ajeno es la paz" y, aún cuando se le recuerda al dar las efemérides en las escuelas y agradecemos su natalicio con un merecido puente, ¿en verdad profesamos con esa premisa? Siendo honesta, no lo creo. El respeto se rompe a las 7:15 de la mañana cuando alguien le mienta la madre al coche que no lo deja pasar, porque va tarde al trabajo. 

Ella también menciona una palabra que ha estado rondando en mi cabeza en la última década: felicidad. ¿Qué es la felicidad? Yo estoy completamente de acuerdo con Natalia: la felicidad no viene de lo material, sino de lo espiritual, de lo que se vive, de estar con quien amas y de hacer lo que más te gusta. De igual forma, he escuchado a cada vez más personas decir: prefiero estar con mi familia que encerrado en una oficina. 

Una vez más pregunto, ¿qué es la felicidad y qué son los valores? ¿Qué es lo que estamos enseñando a las generaciones que están creciendo? ¿A caso la apariencia física y las pertenencias son las que definen en verdad quiénes somos? 

Dejando mis preguntas sin respuesta un poquito de lado, recuerdo su voz diciendo "delincuencia y corrupción". BUM! Mi corazón se paró y mi cuerpo se estremeció al recordar una pistola que una noche me apuntó a la cabeza y que se disparó, acción realizada [contra mi persona] sin balas [por fortuna] por un muchacho que, yo calculo, no pasaba de los veinte años. Esa noche me robaron algo: mi seguridad. 

"Delincuencia y corrupción". ¿Tendrán que ver con el respeto? ¿Será que estos dos aspectos tienen relación con lo que mencionaba al principio de la pérdida de valores? Creo que sí y, en mi experiencia, ambos no deberían de existir porque a todos les cuesta lo que tienen; por lo menos la mayoría, trabaja mucho para darse sus gustitos. ¿Por qué tenemos que salir a la calle con miedo? ¿Por qué?

Por último, me gustaría algún día poder charlar con Natalia, ella me recuerda lo importante que es que los niños incursionen en el mundo de los adultos para darnos una lección y recordarnos que los valores y la felicidad son algo que se trabaja todos los días; es decir, son el resultado de la constancia y las ganas de decir quiero ser un mejor ser humano por mí y por los demás. Algo que olvidé mencionar, son las tradiciones; al parecer es costumbre dejarlas al último y, la verdad, no estoy orgullosa de ello. 

Mirando hacia atrás

Esta noche el pasado me invade.

Lucho para enterrarlo de nuevo y dejarlo en paz. 

¿Por qué volverán estas ideas? 

¿Ventajas? Quizá que ya no me duele... 

Quizá ha dejado de importarme. 

Quiero enfocarme en el presente. En el aquí. En el ahora. 

Mis ideas no me permiten dormir. 

Me gustaría saber cómo mandar a callar mis pensamientos. 

¿Desventajas? Ya ni dormir puedo. 

1 semana y 3 días

Estoy en blanco. Vamos saliendo por 1 semana y 3 días y siento como si ya fueran meses. Es una sensación de plenitud y paz muy interesante. Por tanto, te escribo lo siguiente.

Omar, me propusiste dejar mis miedos. Poco a poco lo estoy haciendo.

Día con día son tus ojos los que me tranquilizan y me hacen sentir bien. Son tu confianza y tu sonrisa las que ilumina mi día. Son tus brazos y manos las que dan dirección a este barco que durante mucho tiempo se quedó sin timón.

Sin dejar mi esencia, me estás mostrando nuevos caminos y aventuras. ¡Qué belleza de paisajes he visto contigo y hemos podido apreciar juntos! Atardeceres rojos, "milagros" marcados con las nubes, montañas llenas de árboles.

¡Qué delicias he descubierto y saboreado a tu lado! Tacos en tortilla azul, hamburguesas enormes con papas en espiral, papas rellenas de cosas deliciosas, doraditas con pastor.

Estas dos semanas me han hecho mucho bien: he crecido y paso a paso seguimos caminando.

Las respuestas a preguntas como "cuánto durará" o "qué pasará" no las tengo; sé que tú tampoco y no pretendo encontrarlas. Con el tiempo he aprendido a vivir al máximo el presente y dejar el futuro para cuando llegue. Lo que sé es que quiero estar contigo hoy y vivir más aventuras contigo mañana.

Te quiero, Omar.

Adiós a la violencia

El día de hoy, una profesora nos comentó de una situación de violencia de la cual ella fue espectadora hace un par de años, lo que irremediablemente me remontó a lo que sucedió con mis padres; si no se saben la historia, vean las publicaciones anteriores. 

Esto me hizo pensar en qué nos hace llegar a tal punto en el que la violencia es una respuesta a las situaciones del día a día y a qué nos da el derecho de explotar contra los demás. Si bien no pretendo sacar mi bandera blanca, proponer que todos seamos pacíficos y darme "golpes de pecho", sí me gustaría hacer una invitación a las personas que lean esto a preguntarse cómo pueden despedirse de la violencia. 

Para los extranjeros, en México, la violencia en las familias no es algo nuevo y, por desgracia, esto se refleja en las calles y en las escuelas. Actualmente, he escuchado de más asaltos a mano armada de lo que pasaba cuando yo era una niña; asesinatos y suicidios por doquier por el famoso "bullying", que yo prefiero denominar como "acoso", pero dejemos eso a los lingüistas. 

Yo me pregunto cómo es que están los otros países y, en caso de estar en mejor situación, ¿qué han hecho para solucionarlo o mejorarlo? ¿Cuál piensan que sería una solución a largo plazo?

Quisiera hacer la diferencia, ¿será que se puede?