Omar, me propusiste dejar mis miedos. Poco a poco lo estoy haciendo.
Día con día son tus ojos los que me tranquilizan y me hacen sentir bien. Son tu confianza y tu sonrisa las que ilumina mi día. Son tus brazos y manos las que dan dirección a este barco que durante mucho tiempo se quedó sin timón.
Sin dejar mi esencia, me estás mostrando nuevos caminos y aventuras. ¡Qué belleza de paisajes he visto contigo y hemos podido apreciar juntos! Atardeceres rojos, "milagros" marcados con las nubes, montañas llenas de árboles.
¡Qué delicias he descubierto y saboreado a tu lado! Tacos en tortilla azul, hamburguesas enormes con papas en espiral, papas rellenas de cosas deliciosas, doraditas con pastor.
Estas dos semanas me han hecho mucho bien: he crecido y paso a paso seguimos caminando.
Las respuestas a preguntas como "cuánto durará" o "qué pasará" no las tengo; sé que tú tampoco y no pretendo encontrarlas. Con el tiempo he aprendido a vivir al máximo el presente y dejar el futuro para cuando llegue. Lo que sé es que quiero estar contigo hoy y vivir más aventuras contigo mañana.
Te quiero, Omar.
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