Cada segundo intento quitar de mi mente aquella promesa que me hiciste de darme noticias tuyas; de saber qué sería de ti y, hasta cierto punto, también de mí.
La incertidumbre me está comiendo por dentro; siento que muero por conocer qué es lo que va a pasar.
Lo confieso, soy egoísta: le exijo al destino que estés más cerca de mí. Ya te lo he dicho: me importas; mi cuerpo, mente y corazón imploran que te conozca más.
¿Qué será de mí si esto no sucede?
Sin duda, lo tendría que aceptar. ¿Pero qué hay con todo lo que queda por descubrir de ti? ¿Dónde guardo mi emoción por ti?
No quiero suponer ni adelantarme y ya lo estoy haciendo.
Dejaré el tema a un lado.
Toca esperar [#PosYaQué].
Creo que es hora de soñar contigo.
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