¡¡¡Justo hoy salimos de vacaciones millones de estudiantes al rededor del mundo!!! Esto me alegra mucho porque significa que podré platicar con gente con la que no he tenido oportunidad de charlar desde hacía ya mucho tiempo. Además, podré descansar de los exámenes, trabajos, tráfico, tareas, etc..
No sé si saldré a algún lado en específico, sólo estoy segura de que leeré los libros que no he podido leer, jugar a los videojuegos y estudiar un poco para los exámenes que se vienen. Quizás no haga ninguno de los anteriores y sólamente me dedique a dormir. La verdad, no lo sé.
Lo único que me encantaría hacer es relajarme y estar tranquila para regresar completamente fresca al cole. Ya estoy cansada de venir a diario y tener el mismo horario. Necesito un cambio urgente. Espero que con estas dos semanas todo este hastío se vaya.
Ciertamente, los alumnos no somos los únicos felices, ¡¡los profesores están que dan bricos!! De verdad les da gusto tener este tiempo para sus familias. Se les ve bastante cansados y hartos de todo lo que han tenido que hacer a lo largo del ciclo escolar.
Supongo que sienten lo mismo que nosotros: un respiro después de haber nadado más de media alberca. Un ratito para tomar fuerzas y darlo todo en este último jaloncito.
Después de nuestras vacaciones, sólo tendremos 3 ó 4 semanas más. Es muy poco, ¿no lo creen así? Con lo anterior, me refiero a que es muy poco el tiempo para hacer más exámenes parciales o tareas y, por consecuencia, son menos las calificaciones con las que podremos sacar un buen promedio.
Lo anterior me tiene bastante inquieta, pero no más de lo normal. Sin exagerar, ya no sé cómo era vivir sin el estrés de exámenes, trabajos, tareas, etc.. Creo que hace muuuucho tiempo que vivo en las mismas. Lo peor es que cuando no tengo nada qué hacer, me lo invento.
¡Pero... a ver qué pasa!
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